Siempre
que iniciemos nuestras jornadas de pesca es necesario calcular la profundidad a
la cual queramos pescar, incluso en aquellos escenarios a los cuales acudamos
regularmente, ya que es posible que la profundidad varié por diferentes
motivos.
Cuando
sondeamos, no solo determinamos la profundidad, además obtenemos información
muy valiosa, como puede ser el tipo de fondo: con fango, con vegetación, con
grava, etc… lo que nos ayudara mucho a determinar el engodo a utilizar.
Otro
factor de gran importancia es que al medir la profundidad podemos detectar obstáculos
y desniveles en el fondo que nos ayudaran a plantear nuestra estrategia de
pesca.
Para
poder realizar correctamente esta tarea es aconsejable plomear el flotador
hasta el 90% de su capacidad, acumulando todos los plomos en la base del
flotador, posteriormente ya tendremos tiempo de distribuir los plomos a lo
largo de la línea en función de cómo queramos presentar el cebo.
Personalmente
me gusta utilizar sondas, en el mercado existen varios modelos, en la
ilustración podrán ver la sonda de stonfo,
otros pescadores por lo contario utilizan un plomo SSG o AAA y lo añaden sobre
el propio anzuelo, de esta manera las sensaciones que obtengamos son más
sensibles, como decía prefiero las sondas ya que las hay de diferentes gramajes
lo que me permite utilizar la adecuada en cada momento.
La
observación es principal, y debemos dedicar tiempo a contemplar la naturaleza ya
que nos dará muchas claves, si analizamos la tierra de las orillas del
escenario donde nos encontremos podemos deducir como será el fondo de la masa
de agua, y si estudiamos la vegetación que rodea al escenario sabremos cómo ha
ido evolucionando la composición del fondo, todo ello nos llevara unos minutos
que serán clave para obtener resultados.
La
zona de sondeo debe ser amplia no solo centrarnos en un pequeño espacio, de tal
forma que podamos obtener la máxima información posible, dedicar tiempo a sondear
el fondo no es perder el tiempo, da igual que los demás pescadores no le
dediquen el mismo tiempo o la misma atención, la clave del éxito radica en
conocer el fondo donde queremos pescar, da igual el equipo que tengamos o el
engodo que empleemos si antes no determinamos como es el fondo y la profundidad
del escenario.
En
la siguiente ilustración de creación propia podemos ver el proceso del sondeado, la ilustración nos muestra las tres posibles situaciones que se nos presentan a la hora de sondear:
A)
El flotador desaparece
bajo el agua, ya que la sonda llega hasta el fondo, ello es debido a que no es
suficiente la longitud de la línea entre la base del flotador y la sonda.
B) En este caso el flotador sobresale en
exceso de la superficie del agua, en ocasiones incluso el flotador puede ladearse,
todo ello nos indica que la longitud de la línea entre la base del flotador y
la sonda es excesiva.
C) Para obtener la profundidad exacta,
debemos pasar por las dos situaciones anteriores, hasta llegar a situación correcta,
en la cual vemos como solo asoma de la superficie del agua la punta del
flotador, hay pescadores que les gusta ajustar mucho y que solo sobresalga una
pequeña superficie del flotador, lo que favorece la detección de las picadas,
por el contrario dificulta la localización del flotador cuando pescamos a
largas distancias, personalmente no me gusta apurar en exceso y prefiero que se
vea 1 o 2 cm, la punta del flotador.
Cuando realicemos el
sondeo del escenario es conveniente realizar lances suaves y delicados, sin
abusar en el peso de la sonda, utilizar una adecuada al flotador que vayáis a
utilizar, y procurando frenar la caída del aparejo para reducir el impacto del
mismo sobre la superficie del agua y así poder realizar todos los lances
necesarios para explorar el fondo y estudiar bien el escenario sin espantar en demasía
a los peces, que retornaran su presencia con el posterior cebado del escenario.